Existen cálculos sencillos que puede hacer cualquier persona para, de una manera aproximada, saber las necesidades de calefacción que una vivienda necesita.
El cálculo más rápido es el de colocar un elemento de radiador de aluminio de 50 cms entre válvulas por cada 10 m² en caso de viviendas con un aislamiento medio.
Igualmente, las necesidades energéticas de cada estancia, se pueden hallar de manera apróximada multiplicando el nº de m² de dicha habitación por 100.
Estos son operaciones sencillas que le permiten a cualquier persona, de una manera rápida, calcular la potencia de la caldera que ha de instalar, y el número de elementos de radiador de aluminio que puede necesitar. Es obvio que la persona que ha de diseñar las instalaciones debe ser un especialista, sobre todo si los radiadores elegidos son los de chapa de acero, o de hierro fundido, pero lo anteriormente expuesto es en estos momentos lo más usual en el mercado. La calefacción más económica en estos momentos es la proporcionada por las bombas de calor, es decir, aquellos aparatos que calientan el aire. En el peor de los casos, su eficiencia energética es de 3 a 1, es decir, mientras que cualquier otro tipo de aparato, por cada 840 Kilocalorías necesita consumir 1000 w/h, las bombas de calor, (ahora los equipos de aire acondicionado las incorporan casi todos), por cada 1000 w/h consumidos, emiten 2500 Kilocalorías, con el ahorro energético y de dinero que esto conlleva. Si además el equipo adquirido es de una marca consolidada, con clase energética A, se explica la idoneidad de estas instalaciones. Su problema, es que una vez apagado el aparato, el calor desaparece, mientras que con la calefacción por agua, (Radiadores), esta tarda un tiempo en perder calor. Por el contrario, el calor emitido por las bombas de calor, es practicamente inmediato, mientras que el de los radiadores tarda lo que determine el volumen de agua almacenado en la instalación. Igualmente la bomba de calor deja de tener eficacia, en la mayoría de los casos a partir de - 10º C, lo que hace que no sean aconsejables para climas muy fríos.
En cuanto a las instalaciones por suelo radiante, necesariamente han de ser cálculadas e instaladas por especialistas.
A partir del 1 de Marzo del 2008 entra en vigor un nuevo reglamento que obliga a reponer calderas con una emisión menor a 70 pp/m de Oxidos de nitrogeno (NOx5). esto sólo lo cumplen algunas calderas de condensación, aunque los fabricantes ya se han puesto a diseñar calderas convencionales que cumplen dicha directriz. A pesar de ello durante un periodo de transición, no especificado, se pueden instalar calderas estancas como hasta ahora
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